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Isabel Palma - Retrato

Cambios en la industria, en época de pandemia

 

Antes de hablar de la industria, un poco de contexto: según datos entregados por Google, el tránsito de los chilenos durante este periodo ha mutado radicalmente (era esperable). La movilidad hacia centros de retail y recreación ha caído en un 74%, y hacia parques en un 72%. El transito hacia centros de transporte ha disminuido un 64% y un 42% hacia lugares de trabajo. Dos conclusiones desde acá: ¿cuán vigilados estamos? ¿Cuánto hemos aprovechado la tecnología a favor de mejorar la calidad de vida? Y especialmente, ¿cuánto puede mejorar la planificación de las ciudades y las políticas habitacionales usando esta versión tecnológica de la tradicional (y hoy poco eficiente) Encuesta Origen Destino realizada por el Ministerio de Transportes?

 

Pero volviendo de lleno a nuestra industria…

Lo primero, un cambio radical en la forma de vender y en la utilización de las herramientas digitales y remotas. Esta crisis nos ha enseñado que estábamos subutilizando la tecnología existente. Nos hemos dado cuenta que con poco esfuerzo podíamos enseñar un proyecto, atender a un cliente y cerrar una operación sin contacto físico de ningún tipo. Ello nos demanda y demandará mucha preparación de nuestros equipos de venta. Hay habilidades que tendrán que desarrollar para que el ecommerce aterrice en la industria inmobiliaria. El cliente ya no entrará por la puerta de una sala de ventas sino que habrá que ir a buscarlo al mundo virtual. Se dará mayor peso a una cotización on line, que equivaldrá a una visita a una sala de ventas, pondremos más y mejores esfuerzos en los videos de pilotos y barrios, etc. Creo que estamos recién empezando esta reconversión,  en una industria que podía pero se resistía a hacerlo.

Dicho sea de paso, según un estudio realizado por GFK recientemente, la relevancia del canal on line ha tomado una tremenda fuerza a medida que se han intensificado las medidas de distanciamiento social, llegando hoy al 34% del total de USD transados, por ejemplo, en el mercado de tecnología (desde el 26% que traía previo a la pandemia)

Lo segundo, son los cambios en las preferencias y gustos de los clientes. Debido al teletrabajo, nos hemos dado cuenta de lo relevante y necesario que se torna un espacio para este tipo de actividades en la casa, y si no es un espacio exclusivo, a lo menos que la casa tengo algún recinto polifuncional que pueda prestar el servicio de escritorio u oficina. He visto ideas hasta de walking closet reconvertidos en pequeños escritorios.

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Se valorará más los espacios abiertos, las terrazas, los patios. Eso aun no tengo claro cómo influirá en las preferencias, pues colisiona con un tema de precios. Todos quisiéramos vivir en lugares más amplios, pero los precios a veces no lo permiten. Amplios y bien ubicados es igual a más caro. Entonces surge una segunda pregunta: dado el teletrabajo ¿será igual de importante la ubicación? ¿O primará el deseo de un jardín por sobre una estación de metro?

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Y los ammenities de los edificios. ¿Seguiremos buscando lugares donde reunirnos masivamente? ¿O más bien nos preocupará que el edificio contemple medidas de sanitización e higiene, así como redes de conexión Wifi con un buen ancho de banda?

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Si pensamos que el miedo al hacinamiento nos perseguirá durante mucho tiempo, hay que preguntarse cómo afectará eso la preferencia de ubicación de una vivienda respecto a los puntos de traslado de la familia. Probablemente optaremos por una vivienda que nos permita usar bicicleta o caminar al colegio y al trabajo. Y si las autoridades saben leer esta situación, se promoverá el uso de suelo mixto y las ciudades policéntricas.

O bien, arrancaremos de las grandes urbes, utilizando el teletrabajo para residir en ciudades menos densas (las llamadas “second chance”, en Estados Unidos ya bien conocidas).

Los servicios cerca de casa ya no necesariamente serán supermercados, bancos y farmacias, porque nos habremos acostumbrado a hacer esas compras on line. Hasta los gimnasios deberán  reconquistarnos, pues nos habremos habituado a los videos on demand en youtube. Entonces habrá que preguntarse qué tipo de servicios serán los que esperaremos cerca de casa. Seguro aquellos a los que debemos si o si ir presencialmente, como un centro de exámenes, un dentista.

Por último, cuestionarse cuan sobrevalorados están los espacios de trabajo y cuántos de ellos nos daremos cuenta son altamente prescindibles. Cuántos de nosotros volveremos a estar 42 horas a la semana  en una oficina y cuántos desarrollaremos gran parte de nuestras tareas desde casa, una que ya no necesitará estar cerca de mi fuente laboral, sino en el lugar donde mi calidad de vida se estructure en base a nuevos parámetros.

¿Será que habremos cambiado el bien conocido location location location por conection conection conection?

 

Isabel Palma

Gerenta Comercial, Inmobiliaria FG

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Cómo los cambios sociales impactarán en la vivienda

 

Por Isabel Palma, gerente comercial Inmobiliaria FG.

El rubro inmobiliario tiene el deber inexorable de mirar hacia adelante, salir del presente cotidiano y confortable para situarse en los posibles escenarios de un futuro cercano, y el impacto que la tecnología y los cambios culturales tendrán en la forma de elegir donde vivir:

  • Cuidar el tiempo. El valor más relevante es y será el tiempo. Y dado que una parte importante se destina a traslados, se buscará vivir donde la conexión con servicios y el trabajo sea una realidad. Departamentos en centros urbanos dotados de servicios, o bien condominios full conectados a través de transporte público o vías de acceso, serán el must.photo-1488190211105-8b0e65b80b4e
  • El tamaño de las viviendas se reduce, porque las familias también se reducen. Según la encuesta Casen, un 64% de los hogares chilenos está conformado por 3 personas o menos; esto impacta en viviendas con menos dormitorios, por ejemplo, pero en este contexto debemos proveer espacios para que la comunidad se conecte, por ejemplo, a través de áreas comunes bien logradas.photo-1522708323590-d24dbb6b0267
  • Los espacios se integran. No queremos casas o departamentos divididos, sino espacios abiertos que nos permitas compartir, que sean parte del diario vivir, y no reservado para visitas.1538930372.5228-fg_cotapos_depto_x01_livingcomedor_v01.0000_0000022photo-1484154218962-a197022b5858
  • Aumentan los adultos mayores. Quienes requerirán viviendas con adaptaciones especiales, como sujetadores en las duchas, más luz, menos escaleras o desniveles, etcétera. Ellos también requerirán otro tipo de servicios cercanos; una clínica, una farmacia o un supermercado pequeño donde hacer las compras.
  • Espacios CO, o destinados a compartir. Podemos minimizar los espacios de nuestra propia vivienda, si contamos con espacios comunes que permitan atender a amigos o invitados; no la fría sala multiuso, sino ambientes que son una extensión de la propia casa.photo-1538688693244-52ec576b70f4 photo-1524758870432-af57e54afa26 photo-1516919583355-b065d26684d0photo-1521737711867-e3b97375f902
  • Casas y departamentos eficientes. La elección de una vivienda es fuertemente influenciada de acuerdo al monto de gastos comunes o mantención. Por ende, las empresas debemos buscar cómo hacer más eficiente su operación, por ejemplo, tornándose más autosustentables en temas de energía, agua, etcétera.